20.9.07

13.10.05

empiezo
...es que la verdad que no se ...
carbon, tierra, tinta, cera, oleos, lapices, lapices, lapices..........
cuantas protesis he usado para que mi mente invalida pueda aparecerse y asustar a todo lo que le pase por delante...ahora uso mis dedos...y este cansado teclado.

19.9.07



c o n c e p c i o n . p r e c i p i t a d o
Las nubes gotean ya débiles sobre Concepción.
Ha llovido durante días. La última gota cae y se deshace para juntarse con las demás. El agua de pronto esta quieta sobre las baldosas sueltas de Barros Arana.
Aparece entonces…




…una ciudad en el reflejo, con calles paralelas a las de Concepción. Una ciudad de cielos cambiantes como los nuestros, que en un par de segundos, tonos grises se vuelven rojos dulces o simplemente desaparecen dejando un celeste infinito.
Dos ciudades que se topan en los gélidos cimientos de sus edificios.


Veo personas pasar difusas frente a mí, tan difusas como sus reflejos húmedos en esta lluvia estanca.
Veo un niño esquivar un charco... Siento ese temor de principiante en él, de caer en la imagen del cielo profundo y me entero entonces que sabe la existencia de la otra ciudad.
Y me veo a mí, colgando de las huellas de mis zapatillas bajo esa ciudad, acompañada de gente colgando de sus suelas y uno que otro colgando desde la planta de sus pies.
El otro Concepción, reconocible en sus hendiduras. Esas donde acumula el agua, agua de lluvia penquista, agua espesa que nos asegura la presencia del otro Concepción.